sábado, 26 de febrero de 2011

ENSAYO

Ensayo sobre Sudamérica




En los últimos años de este siglo XXI, los países sudamericanos han demostrado el deseo generalizado por la resolución de conflictos regionales por vías de cooperación latinoamericana. Tal deseo, basado en la afirmación del liberalismo económico y la democracia,  se concretó con el establecimiento del MERCOSUR, con todas sus ventajas y contradicciones.

Este es un claro ejemplo de los países bajos que inician su desarrollo global, pero no todo puede ser claro, ni lineal, hay que ir cuesta arriba, dictaduras, golpes sociales, destrozos naturales e incluso, la incursión; algunos países como el caso de Estados Unidos y su poder económico o la colonización,  han golpeado a Sudamérica.

Las naciones que integran Sur América han sobrevivido ajenos de sus vecinos, ignorantes incluso de su propio potencial; por citar un ejemplo, Venezuela se llegó a convertir en potencia en la comercialización de petróleo, pero aun así no han logrado conseguir la unificación, tal vez esto se deba a que no se han preocupado por el conocimiento y conservación de su cultura, no solo la propia, sino también por la ajena, todos sumergidos en constantes arrebatos internos, sin profetizar nada sobre su futuro.

Se tienen que crear nuevas técnicas para el impulso y el desarrollo de las naciones en crecimiento. Una podría ser la creación de un capital humano, cuyo componente principal debería ser la educación y la familia, ya que está comprobado que la educación es igual a crecimiento y futuro estable; crear un capital social con base en el trabajo voluntario pero sobre todo con un amplio criterio de asociación, para intentar impulsar no solo a un nación sino sobresalir en conjunto en busca de una equidad global, encausar el bien común. Pero no todos se manifiestan así algunos estados  pretenden solo permanecer en el rol de ser instrumentos de acumulación capital y cultural, desplazando así a los menos favorecido.

“Hay que repasarnos y repasarnos históricamente, de contabilizar los logros y los fracasos obtenidos, de recapitular las actitudes y las aptitudes, para comprender qué somos y qué pretendemos ser”[1]

Para alcanzar la grandeza, no solo es necesario pretenderla, hay que buscarla cada día. La interacción entre estas naciones en desarrollo, debe rendir cuentas y frutos en porvenir de su gente. Pero siempre un paso a la vez, ya hay antecedentes de la globalización que no es solo para unos cuantos con poder, ya se inició por el despertar, ahora viene el actuar, en el que todas estas naciones unidas lograrán, lo que en su momento Europa alcanzó al unificar su economía (con el Euro) las potencias actuales tendrán que doblegarse y aunque falta mucho para que esto se alcance, no se debe perder de vista a Sudamérica porque, así como para cada estado los jóvenes somos el futuro, para el mundo lo serán las naciones en crecimiento.





[1] Monsiváis, Carlos, “Aires de familia”, Segunda Edición, Barcelona España.

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